domingo, 30 de junio de 2013

EL LIBRO CON SEMILLAS DE AIDA IBAÑEZ



EL LIBRO DE LAS SEMILLAS





ACERTIJOS DE FELICIDAD



Gandía, verano del 2012.


Querido amigo MARC:
La vida es toda una aventura, ¿verdad?.

Leí en algún sitio, no recuerdo donde, que la Felicidad no existe, no es más que la suma de pequeños o grandes momentos inolvidables.

Tengo que contarte algo sorprendente, últimamente me siento como una auténtica exploradora, y la historia que te voy a contar te va a sorprender.

Todo empezó hace unos meses....cuando....
aquella noche decidí explorar las estancias de aquel hotel fantástico. Era un Palacete del siglo XIX, situado en la playa del Sardinero, en Santander. Tenía trece habitaciones distribuidas en tres plantas, de estilo clásico y antiguo.

 

 Me fascinaba su decoración, la cantidad de cuadros que tenía y todo tipo de objetos de decoración, algunos de una gran antigüedad.
No se decirte la razón, pero de repetente me encontré delante de aquella puerta y no me pude resistir a entrar. Lo que allí vi me fascinó.

 


Eran cajitas de madera, porcelana, cerámica, hierro..., de diferentes formas y colores. Alrededor, juguetes antiguos como si se tratara de colección, muñecas con la cara, las manos y los pies de porcelana, y encima de un tocador una cajita de música.

Abrí la cajita, y una bailarina empezó a bailar mientras sonaba una música. Y cuando terminó de bailar, un cajoncito se abrió. Dentro de un sobre había una tarjeta con una especie de acertijo que decía:
“Si quieres conseguir la Felicidad, los acertijos has de buscar”.  El primero de ellos decía:
“Busca en un Palacio con nombre de bollería la pista que te llevará al siguiente acertijo”.

Esa noche no pude dormir, pensé que sería la broma de alguna niña o niño que vivió allí. Hasta que al día siguiente mi padre dijo: nos vamos a la Península de la Magdalena. Vaya nombre más raro, pensé. Y allí fuimos, era un Palacio increible, enorme, situado enfrente de un gran acantilado que daba al mar Cantábrico. Rodeado de un bosque, me dediqué a recoger enormes piñas. Y justo debajo de un gran árbol encontré otra cajita misteriosa. Vaya, había encontrado otro acertijo, claro había llegado al Palacio de la Magdalena de Santander.




Abrí el sobre, y el segundo acertijo decía:
“Al pico más alto de tu continente habrás de subir, frío pasarás, pero un acertijo de felicidad encontrarás”.

Entonces recordé, que teníamos planeado para el día siguiente hacer una excursión a los Picos de Europa, que están muy cerca de Santander. Y allí fuimos, me lo pasé en grande, porque me encanta la nieve.

 


Lo que más me gustó fue subir en el telesférico, era increible subir en una cabina de cristal a tanta altura. Por cierto, mi madre lo pasó bastante mal, porque tiene vértigo.


Cuando llegamos arriba, todo estaba nevado y me puse a jugar con mi hermana a tirarnos bolas de nieve. En la vida me lo había pasado tan bien.

 


Lancé una bola de nieve que fue a parar detrás de una roca en forma de manzana, en la que encontré otra cajita con otro acertijo.




El acertijo decía así:
“Si escuchas el canto de la sirena de hierro, un día maravilloso pasarás”.

Marc y no te lo vas a creer, pero adivina. Claro, al cabo de un tiempo, me encontré con una sirena de hierro. A que no te lo crees. Yo también pensaba que eso de las sirenas era un cuento, pero mira, ahí estaba.

 

Fue uno de los días más divertidos, hacía un tiempo estupendo y me fascinó jugar entre barcos y animales marinos.

Al final del día pensé, la verdad es que cada vez que leo un acertijo de la felicidad me lo paso de miedo. Lástima que todo al final se acaba. Pero, al tiempo que pasaban los días, deseaba cada vez más encontrarme con otro acertijo de la felicidad, porque eso significaba que si daba con él, me lo iba a pasar fenomenal.

Se me ocurrió mirar en la caracola de mar que la sirena de hierro llevaba en sus manos, y no te lo vas a creer Marc, pero encontré otro acertijo, y esta vez sonaba a música celestial.

El acertijo decía así:
“Un amigo te invitará a un fantástico concierto, y a partir de ese momento la música no te querrá abandonar jamás”.

 


Y así fue, al principio no lo pude entender, hasta que mi gran amigo Álvaro me invitó a un concierto. A partir de ese momento, la música se hizo una de mis mejores amigas. Sin buscarlo, de una manera o de otra terminaba disfrutando de fantásticos espectáculos musicales. Que no te lo crees, pues observa.


Tres acertijos seguidos encontré al salir del concierto,  detrás del telón de terciopelo rojo que cubría el escenario. Y decían así:

1.- “Al escucharme reirás y llorarás, pero muy bien te lo          pasarás.”
           
2.- “Si dejas volar tu imaginación volaras a un lejano país.”
           
3.- “Un rujido en la selva despertará todos tus sentidos, aunque en un sueño creas estar.”

Pasaron las semanas, y algo fantástico ocurrió. Alguien me pidió          participar en un gran acto a favor de los más necesitados.                  Debía cantar con el coro del colegio. Era un gran reto, pues se              trataba nada más y nada menos que estrenar una composición musical creada como himno para una organización que se dedica a crear escuelas en África, era para Globalmón.

Marc a que es difícil de creer, pues es cierto, mira una foto del ensayo de ese día. Aunque estaba muy nerviosa, pasé una noche de verano estupenda.

                



Sin embargo, no ví ninguna relación con los últimos tres                  acertijos que encontré, hasta que.... de un día para otro me encontré disfrutando de tres increibles musicales.

Recordando el primer acertijo que decía, “Al escucharme             reirás y llorarás, pero muy bien te lo pasarás.”
 Marc, ¿a qué te suena esto?
Claro, es el Musical de Sonrisas y Lágrimas. Mis padres me                  hicieron el regalo de disfrutar de este musical para mi                  cumpleaños. Te puedo asegurar que me reí mucho, y no se lo digas a nadie, pero también solté alguna que otra lagrimilla.


                

   
El segundo acertijo, “Si dejas volar tu imaginación volarás a un lejano país.”, se hizo realidad, cuando unas semanas  después me llevaron a ver el Musical de Peter Pann. Aunque de pequeña, ya lo había visto, mi hermana no, y me lo pasé  muy bien   viendo disfrutar a mi hermana. Sobre todo, lo que  más me gustó fue cuando Peter Pann en persona nos firmó el CD del musical.
                
                


Y el tercer acertijo, “Un rujido en la selva despertará todos tus sentidos”, aunque en un sueño creas estar.” ha sido el más           fantástico de todos.
  
En la Gran Vía de Madrid, en el Teatro Lope de Vega disfruté del Musical de El Rey León.
Marc, aunque quisiera explicarte lo fantástico que es, no                  puedo, has de ir a verlo.




 



Me parecía increíble poder estar en Madrid, para disfrutar de un musical. Al tiempo me dio la oportunidad de poder visitar lugares preciosos de la ciudad y conocerla un poco más. Lo que ví, ya te lo contaré en otra ocasión.

Desde entonces Marc, ya no he encontrado ningún acertijo de             felicidad, pero he seguido disfrutando de momentos                  maravillosos. Creo que todos podemos crear nuestros propios      acertijos de felicidad, sólo hay  que querer ser feliz.


En la playa, disfrutando del verano, de una comida con la                  familia y los amigos, de esa victoria de la selección de tu país, todo son pequeños acertijos de felicidad que nos hacen sentir bien, y olvidarnos de lo malo.

                


 
  
Sonreír siempre, aunque las cosas no salgan como tú querías, es un ingrediente fundamental para lograr alcanzar la felicidad.

                

  
Marc, por eso siempre estoy preparada para descubrir nuevos       acertijos que me hagan feliz.
                
 
                
               
Junto a esta gran aventura que te he contado, te envío dos                  recetas de cocina. Sé que te van a gustar, y espero que la                  próxima vez que nos veamos, aunque vives muy lejos, puedas      preparar algo para que lo pruebe.

La primera receta me la ha facilitado mi padre, yo he probado ya el resultado, y te puede asegurar que está buenísimo.

                 SUQUET DE RAP

                 INGREDIENTES:

-      aceite AOVE (Aceite de Oliva Virgen)
-      RAPE
-      patatas
-      tomates (de la pera y maduros)
-      cebolla
-      vino blanco
-      almendras peladas
-      pan tostado
-      harina
-      pimienta negra molida
-      pimentón de la vera

                 PROCEDIMIENTO:

1º- Poner el aceite en la cazuela y el rape. Sofreír.

2º.- Una vez dorado, se saca el rape (reservar).

3º.- En el mismo aceite, sofreír las patatas (cortadas a tacos, 1      por persona) a fuego lento durante 10 minutos.

4º.- Sacar las patatas (reservar).
  
5º.- Preparación del CALDO (la noche antes, cocer durante 10              minutos y colar):
-      media cebolla y medio tomate
-      aceite
-      cabeza de rape
-      pescado (morralla)
-      4 vasos de agua
                
6º.- Preparar la PICADA (1º sofreír en una sartén y luego al              mortero bien picado con un vaso de fumet o caldo):
-      aceite AOVE
-      almendras
-      pan tostado
                
7º.- Preparar el SOFRITO (cazuela de barro): fuego medio-       bajo (15 minutos).
-      Ajo y perejil
-      tomate natural rallado maduro (tomate pera)
-      media tacita (café) de buen vino blanco.
-      aciete AOVE (5/6 cucharadas soperas)
-      sal
-      pimienta negra molida
                
8º.- Añadir al sofrito los ingredientes de la picada y dejar                  hervir furante unos 5 minutos.

9º.- Preparación FINAL. Añadir al sofrito y la picada:
-      el caldo
-      un poquito de pimentón de la vera
-      las patatas
-      el rape
-      cubrir con una tapa
-      dejar cocer durante 20 minutos.
                
10º.- Dejar reposar durante 5 minutos para que se mezclen los             sabores y a emplatar.

                
Por cierto, para que veas el resultado ahí tienes una foto de la  que preparó hace poco mi padre. Estaba buenísimo.


 


La siguiente receta es mía, claro como ya habrás adivinado se              trata del postre.

                 HELADO DE COCO NEVADITO.

                 INGREDIENTES (para 4 personas):
-      100 g. de coco rallado
-      100 g. de azúcar en polvo
-      40 a 45 cl. de leche de coco
-      2 hojas de gelatina
-      1 clara de huevo
                
                 PROCEDIMIENTO:
                
                 1º.- Pon el coco rallado en un cuenco junto con la mitad del                  azúcar en polvo. Báñalo con leche de coco y deja que repose durante un par de horas.

                 2º.- Pon en remojo las hojas de gelatina en un bol de agua fría.

                 3º.- Mientras tanto, echa el resto del azúcar en una pequeña     cacerola condos cucharaditas de agua. Pídele a un adulto que lo        caliente a fuego suave hasta que adquiera consistencia de                  jarabe después de añadirle, fuera del fuego, la gelatina                  escurrida removiéndolo bien para disolverla.

                 4º.- En un cuenco grande, bate la clara de huevo al punto de             nieve y agrégale el jarabe poco a poco batiéndolo suavemente.

                 5º.- Añade el coco rallado y la leche, a cucharadas,                  removiéndolo con cuidado.

                 6º.- Vierte la mezcla en un recipiente que soporte el frío y                  mételo al congelador durante cuatro horas.

                


Marc, a que tiene buena pinta. Ahora que hace tanto calor,                  apetece muchísimo.

Bueno Marc, ha llegado la hora de la despedida. Espero que me envíes tus propios acertijos de felicidad, que se que los tendrás y muchos.

 


 FDF
Como ves, lo que te decía al principio tiene sentido. La suma de todos esos momentos inolvidables forman la Felicidad. Por lo tanto, Marc, súbete al tren y añade vagones o momentos de felicidad a tu vida.

                 Un ABRAZO ENORME, Tu gran amiga,
                                         

                                                                   Aida Ibáñez Simó.